Portovelo y la magia de sus alrededores

Andrés Garay

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Presupuesto:
Menos de $100
Tiempo recomendado:
2 días

Portovelo y la magia de sus alrededores

En la búsqueda de lugares pocos conocidos y con mucho que explorar llegué a Portovelo. Es un viaje de aproximadamente 277 kms saliendo desde Guayaquil que lo disfrutarás por su paisaje lleno de vegetación y un carretero en buen estado que hace placentero el viajar con la ventana abajo, la música en alto volumen y disfrutar del aire puro del camino de casi 5 horas. Hay dos vías que te llevan a Portovelo, una antigua que pasa por pintorescos pueblos como Atahualpa, Paccha y Zaruma en su camino hacia Loja; y otra, en el que ingresas por la vía Zaracay-Piñas que desde hace algunos años fue renovada con hormigón.

Ya que es un viaje extenso, es recomendable tanquear tu carro antes de salir de Guayaquil en la Primax de Durán y abastecerte con algo para comer en la tienda Listo! Si no, encontrarás otra estación Primax entrando a El Guabo (a mitad del camino). Puedes dar clic aquí y guardar su ubicación. Ya de regreso puedes volver a abastecerte de combustible en la estación Primax “El Pionero” a la salida de Portovelo, en el carretero hacia Piñas (Guarda su ubicación). Tengo un Kia Sportage y con $30 de Super G Prix es suficiente para ir, recorrer y regresar.

La zona de Piñas-Zaruma-Portovelo es realmente privilegiada, parte costa, parte sierra y su vegetación te hace pensar que a ratos estás en la selva. Piñas está rodeada de montañas y a una altura entre los 700 a 1000 metros sobre el nivel del mar. El sector goza de un clima tropical que rodea los 22° C y lo hace un lugar muy acogedor.

Para hospedarme seleccioné un hostal en Piñas llamado Hostería Florecer ($47 por estadía, desayuno incluido) en lo alto de su montaña desde donde puedes tener una vista privilegiada de la ciudad. Ya que el hostal está a menos de 10 minutos de Portovelo y Zaruma es un lugar ideal para hacer base y en los siguientes días visitar toda la zona.

Primera parada: Portovelo

Esta ciudad tiene mucha historia y puedes sentirla en sus calles y arquitectura, fue poblada -prácticamente creada- hace muchos años por empresas mineras quienes además de trabajo, dejaron costumbres y tradiciones. Hoy, en el aire se siente un poco melancolía; y es que, luego de su gran época minera, la ciudad guarda silencio y su gente camina sin apuro por sus calles. Desde el mirador junto a la iglesia de San José puedes admirar todo Portovelo, donde resalta la gran cancha de fútbol del equipo de la ciudad que lleva el mismo nombre del gran Río Amarillo que la atraviesa y es que, el fútbol mantiene activa a esta ciudad llena de mineros que disfrutan de este deporte. Esta cancha guarda una gran controversia pues se dice que el relleno que utilizaron para su construcción eran desechos de las minas y podría tener oro entre otros minerales como plata, zinc y cadmio.

La mágica historia de Portovelo

Hay tanta historia y misterio en esta ciudad, sobre todo cuando casi 130 años atrás, más de la mitad de quienes la habitaban estaban trabajando en profundidades de hasta 150 metros en minas que convirtieron a Portovelo en el primer centro minero del país; una ciudad que siendo rica en sus profundidades es ahora relativamente pobre.

Si tienes el interés de conocer más sobre la época minera de Portovelo puedes visitar el museo de Magner Turner, un minero de ascendencia americana que ha recopilado durante años artilugios y herramientas utilizadas en la época y que guardan, entre polvo y desgasto, múltiples historias de cómo la llegada de la empresa SADCO (South American Development Company) inicio la vida de los portovelenses. Este museo es atendido por el mismísimo Magner que con la asistencia de sus hijos y sus historias, te ayudarán en el recorrido de la réplica de mina que han construido y que por un momento te transportará a la época. Sin duda una visita que no puede faltar. La entrada al museo no tiene costo alguno, pero sus dueños siempre agradecen cualquier generosidad que bien lo vale.

Zaruma, ciudad con encanto

Me comentaron, en el hostal, sobre la belleza de Zaruma y al quedar tan cerca, es un lugar que merece la pena visitar. Y es que hay dos maneras de conocer esta ciudad, en sus transitados días o en la belleza y tranquilidad de su noche. Desde sus empinados cerros se puede ver una magnífica caída de sol que contrasta con sus montañas.  Zaruma, una de las ciudades más antiguas del Ecuador, fue considerado como Patrimonio Cultural del Estado Ecuatoriano desde 1990 y desde 1998, está en la lista para ser declarada Patrimonio Cultural de la Humanidad.


Su arquitectura sintetiza la riqueza de elementos decorativos y materiales utilizados en técnicas tradicionales de construcción, pero hábilmente decoradas en madera y bahareque. El color de sus casas y edificios resalta la calidez de esta ciudad y su gente.

Las calles de Zaruma tienen su gracia; empedradas y llenas de faroles que salen de las fachadas de las casas encaminan tu recorrido hacia el centro histórico. Gente en las calles caminando, sus restaurantes abiertos y el olor a café que a toda hora te invita a sentarte y disfrutar de uno; ¡No se pierdan de visitar el Santuario de la Virgen del Carmen en el centro histórico!

Sin duda una de las mejores cosas que puedes hacer en Zaruma es comer, famosa por el café y su tigrillo, plato insignia de esta ciudad. Disfruta de este delicioso plato en la mañana y te aseguro que quedarás lleno todo el día. Probé esta exquisitez en “El Tigrillo Gourmet” que por $6.00 puedes disfrutarlo junto a carne de cerdo asada y café de cortesía. El segundo lugar donde lo pude probar fue en el “Rincón Zarumeño”, un restaurante tipo fonda en el centro histórico donde por $4.50 puedes acompañarlo con bistec de carne. Ambos deliciosos.

No todo es comida y diversión ¡Llegó la aventura!

Al día siguiente decidí que era hora de aventurarme. Saliendo de Portovelo y camino al sureste está Salatí, una de sus parroquias. Famosa porque en su camino encuentras diversas cascadas, como la Cascada Arcoíris, una impresionante caída de 17 metros. El sendero eco amigable y la diversidad faunística lo vuelve un sitio perfecto para visitar en familia y tener esa dosis de adrenalina. Su entrada no tiene costo, pero procura no ensuciar de desperdicios.

Visita imperdible: Una mina real

Paré nuevamente en Zaruma y es que, visitar una mina real es casi obligatorio, así fue como llegué a “El Sexmo”, una de las minas más grandes de la zona y que está abierta solo para los turistas. Luego de prepararte con botas y casco, ingresas en un recorrido de 500 metros hacia adentro donde vivirás la experiencia real de ser minero, esta loable y sacrificada labor que ha sido motor de este sector. La entrada no tiene costo, pero la propina al guía es también bienvenida. Disfruta de un café al salir o comprar en las tiendas de artesanías que la rodean.

Este viaje fue sin duda inesperado, no solo por la variedad de cosas que puedes hacer a tan pocos kilómetros a la redonda, sino también por la historia que cuentan sus calles, arquitectura y su comida. Si tienes un fin de semana libre, visita Piñas, Zaruma, Portovelo y sus alrededores. Sal temprano el día sábado y regresarás el domingo lleno de experiencias nuevas que contar.



Datos importantes
Presupuesto:
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Tiempo recomendado:
2 días
Experiencia relatada por:
Andrés Garay

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